Un tornado es una columna de aire en forma de cono invertido o embudo que gira a gran velocidad desde la base de una formación nubosa (normalmente un cumulonimbos) hasta tierra. Su color puede ser blanco, o gris claro mientras permanece suspendido de la nube madre, pero al hacer contacto con la tierra toma color gris oscuro o negro debido al polvo y escombros que son succionados del suelo. Coincide con una importante actividad tormentosa precedida en muchas ocasiones por descargas de aparato eléctrico y caída de granizo. La acción combinada de la fuerza del viento giratorio que puede sobrepasar los 500 km / h y la diferencia de presión que ejerce en áreas muy localizadas, sumadas a las intensas lluvias, el granizo y los rayos, pueden llegar a ser devastadores.

El país más afectado por este fenómeno meteorológico es Estados Unidos, y concretamente los estados de Texas, Arkansas, Oklahoma, Iowa, Kansas, Nebraska, Mississippi, Alabama y Missouri. En noviembre de 1988, 121 tornados afectaron 15 estados de la parte central sur del país y provocaron la muerte de 14 personas y daños que alcanzaron los 108 millones de dólares. De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional de EEUU, aproximadamente 42 personas mueren a causa de los tornados cada año.

Como el fenómeno se debe al encuentro impactante entre un aire muy frío y otro caliente, los tornados son mucho más frecuentes en las latitudes intermedias, entre las masas de aire polar y tropical, es decir, entre los 20 º y los 50 º de latitud en las franjas situadas tanto al norte como al sur del Ecuador, siendo muy poco probable por encima de los 50º, donde el aire no llega a calentar demasiado. Lo mismo ocurre en las zonas próximas al Ecuador, donde la temperatura del aire no baja tanto y la atmósfera es muy estable.

En la Península Ibérica y en Europa la formación de tornados es poco frecuente pero no excepcional, hay posibilidad de formación de tornados de baja y media intensidad. En España, desde 1989 hasta ahora, se ha producido una media de 6 tornados por año. En julio de 2005, en la ciudad de Birmingham (Inglaterra) un tornado hirió a 19 personas (3 graves), los vientos de más de 200km / h ocasionaron graves daños a los edificios y otros bienes de la zona.

Fuente:The Tornado & Storm Research Organisation
Tornado en la costa de Barcelona, noviembre 2004.

Formación de fenómeno

 

Cuando se produce el choque térmico entre una masa de aire caliente, que tiende a subir, y otra masa de aire muy frío, que se dirige en sentido contrario, se genera una nube de proyección vertical o nube convectiva semejante a un hongo o un yunque.

En su núcleo, llamado también supercélula, las corrientes de aire que se forman en el intercambio vertical entre el aire caliente y frío, y al mismo tiempo la influencia de la rotación de la Tierra, los hace girar en horizontal, creando un molino ciclónico, que nace del interior de la tormenta hasta proyectarse hacia la superficie del tierra. Dentro, el aire gira en sentido contrario a las agujas del reloj en el Hemisferio Norte (donde se sitúa España) ya favor de ellas en el Hemisferio Sur.

Los expertos afirman que el 80% de los tornados tienen lugar entre el atardecer y las primeras horas de la noche, que es el momento en que se produce el mayor contraste térmico del día.

El área ocupada por un tornado en la superficie de tierra apenas ocupa un diámetro de unas pocas decenas o centenares de metros. Este embudo, por el efecto ascendente del aire caliente, succiona hacia su vórtice los objetos de la superficie con una fuerza potencialmente devastadora. La succión de agua y polvo y la condensación de vapor en su interior es precisamente lo que permite que un tornado sea visible.

A pesar de la magnífica fuerza de los tornados, con velocidades que pueden superar los 300km / h, la mayoría duran una media de 10 minutos.

La medida directa de los vientos en el interior del tornado, así como de cualquier otra variable meteorológica, es inviable, ya que no hay un instrumento capaz de resistir el impacto de vientos de tal magnitud. Hay una técnica denominada fotogrametría que permite estimar las velocidades de los vientos, pero son necesarias imágenes de vídeo y referencias topográficas fiables, lo que difícilmente puede conseguirse, especialmente en el caso de los tornados marinos.

Para medir la intensidad de un tornado se utiliza la Escala Fujita mejorada, o Escala EF, es una escala de categorización de la fuerza estimada de los tornados en Estados Unidos mediante el daño que provocan. Fue implementada en sustitución de la escala Fujita de 1971. La escala tiene seis categorías que van del 0 al 5 representando el incremento de la virulencia del daño

Escala

Velocidad viento km/h

Frecuencia

Daño potencial

EF0

105-137

53,5%

Daño leve.

Pequeñas piezas desmontadas de algunos techos; algunos daños en cunetas; ramas de árboles rotas; algunos árboles poco profundos arrancados.

Los tornados confirmados que no han causado daños visibles (p.e., aquellos que permanecen en campos abiertos) son siempre valorados como EF0.

EF1

138-178

31,6%

Daño moderado.

Techos severamente dañados; caravanas volcadas o dañadas; puertas exteriores perdidas; ventanas y otros cristales rotos.

EF2

179-218

10,7%

Daño considerable.

Techos destruidos de casas bien construidas; cimientos de las casas pueden ser movidos; caravanas completamente destruidas; árboles grandes partidos o arrancados; pequeños proyectiles generados con objetos ligeros; coches levantados del suelo.

EF3

219-266

3,4%

Daño severo

Series enteras de casas bien construidas que han quedado destruidas; daños severos en los edificios grandes; trenes volcados; árboles arrancados; coches pesados pueden ser alzados del suelo y lanzados; estructuras con cimientos débiles pueden ser desplazados varios metros.

EF4

267-322

0,7%

Daño devastador.

Casas bien construidas pueden quedar totalmente destruidas; coches pueden ser proyectados creando pequeños mísiles.

EF5

>322

<0,1%

Daño explosivo.

Casas fuertes pueden ser arrancadas de sus cimientos y ser barridas; automóviles como proyectiles pueden salir volando por los aires a más de 100m de distancia desde el punto de origen.

Pueden quedar gravemente dañadas estructuras de hormigón armado; los edificios altos pueden sufrir deformaciones estructurales significativas.