La dinámica fluvial conlleva la erosión, el transporte y el depósito de sedimentos. Las zonas de depósito y su geomorfología pueden indicar de manera clara las zonas inundables y su frecuencia y que por tanto habrá que tener en cuenta durante el análisis del riesgo de inundación.

El depósito de los materiales en puntos determinados fruto del crecimiento ordinario o extraordinario de caudal de los ríos o torrentes, da lugar a la formación de edificios aluviales diversos, entre los que cabe destacar, las llanuras de inundación, los conos de deyección o aluviales y los deltas.

1. Los llanos de inundación

 

Son áreas sometidas periódicamente a inundaciones por los flujos de agua que las recorren. Son de dos tipos: planas y convexas. Las primeras se asocian a ríos anastomosats o braided y son poco conocidas, aunque en general el proceso más habitual es la migración lateral de las vías, es decir, el río va dejando islas en los laterales, al tiempo que va abriendo canales nuevos. Las segundas están formadas por ríos meandrizantes, se dan en los tramos bajos de los grandes ríos y presentan una gran variedad de formas, diques o levas, point bares, oxbow o lagos en media luna, los pantanos o humedales laterales (backswamps), yazoo, etc.

Las terrazas aluviales son llanuras de inundación abandonadas por el río. Su origen está en los sucesivos episodios de depósito (crecidas estacionales) e incisión que se han producido a lo largo del Cuaternario. Se disponen paralelas al río y pueden formar varios niveles situados a diferentes alturas. Las terrazas también tienen una pendiente desde la cabecera hasta la desembocadura. En cambio, en sección transversal al río son prácticamente horizontales

2. Conos de deyección o aluviales

 

Son las formas más importantes derivadas de la dinámica torrencial. Generalmente se forman en la zona de contacto entre una zona montañosa y una zona llana, como por ejemplo la terraza de un valle fluvial. Suelen tener pendientes que varían entre 5 y 10 º, aunque pueden llegar hasta los 25 º. Una de las características de los conos aluviales es que los torrentes que construyen no tienen un curso fijo. Los cursos pueden cambiar de posición sobre toda la superficie del cono. Es este el mecanismo de construcción y, al mismo tiempo, la razón por la cual todo el cono se puede inundar. Las inundaciones en los conos son diferentes de las de los ríos donde el agua va subiendo. Los conos las inundaciones o daños se producen por el paso del agua y los derrubios de los torrentes. Las inundaciones del camping de Biescas (Huesca) con 87 muertos en 1996 es uno de los ejemplos más claros de cono de deyección.

Fotografia: Gavileo Araucano. Foro Chilebosque.

3. Los deltas

 

Son acumulaciones sedimentarias situadas cuando las corrientes pierden parte de su capacidad de transporte al penetrar en un medio acuático (lago o mar). La condición imprescindible para su formación es que el volumen de material aportado por el río sea superior al erosionado por los agentes marinos o lacustres. Además, de esta condición básica, hay cuatro factores importantes: la densidad y la salinidad del agua, el tipo de carga fluvial, la naturaleza de los procesos costeros y los hábitos de crecimiento de la vegetación que colonizan estas zonas.

Los deltas tienen pendientes menores que los conos y los llanos de inundación, así como materiales de menor calibre. Su principal característica es la presencia de distributario o brazos, que a su vez, pueden formar meandros, con diques y zonas pantanosas.

Fotografia: www.deltadelebro.com