Los aludes son un fenómeno natural que se desarrolla con frecuencia en las zonas de montaña de clima frío y templado. La interferencia de este fenómeno con las infraestructuras y las personas hace que los aludes constituyan un riesgo importante. Hay que tener presente que el riesgo de aludes no se trata de un fenómeno exclusivo de la alta montaña, sino que en algunos casos los aludes pueden llegar a bajar hasta el fondo de los valles, donde a menudo no se tiene la percepción adecuada de estar sometidos a este riesgo. Sin embargo si lo comparamos con otros riesgos naturales podemos decir que es un riesgo muy localizado y sus daños son muy puntuales.

Se trata de un riesgo muy conocido que ha existido a lo largo de la historia. Así, algunos cronistas han descrito algunos de los episodios más catastróficos provocados por este fenómeno. Tito Livio, en su narración de la travesía de Aníbal y las tropas cartagineses por los Alpes, describe como los aludes acabaron con la vida de más de 19.000 soldados en el año 218 AC. Durante la I Guerra Mundial en el frente de batalla situado en los Dolomitas italianos, unos 10 mil soldados murieron por aludes provocados por la artillería. Más reciente es la catástrofe de Yungay, en plena Cordillera Blanca de Perú, donde en 1970 un alud de nieve y rocas, desencadenado por un movimiento sísmico en las laderas de la montaña Huascarán, arrasó completamente el pueblo de Yungay dejando sin vida a más de 20.000 personas