De forma concreta, definimos el riesgo como el resultado de la combinación de tres conceptos complejos:
- un peligro concreto generado
- a vulnerabilidad intrínseca de los sistemas o elementos vulnerables (personas, medio ambiente, infraestructuras y bienes en general) al peligro concreto y
- la exposición de estos elementos vulnerables al peligro concreto
La definición esquemática anterior de riesgo se puede representar mediante una sencilla expresión matemática que recoge la combinación de los conceptos introducidos. Ésta es la siguiente
Riesgo= Peligro x Vulnerabilidad x Exposición
Observamos que el riesgo es más grande cuanto mayor sea el peligro, la vulnerabilidad y/o la exposición. Cabe tener en cuenta, pero, que por el hecho de considerar el riesgo como una combinación de tres conceptos con el mismo peso específico, se pueden dar situaciones en las que valores de riesgo relativamente pequeños pueden contener valores de vulnerabilidad o de peligro muy elevados, que estén compensados o minimizados por el resto de componentes de la expresión.
A pesar de esto, muchos autores simplifican la expresión anterior y por una parte consideran la vulnerabilidad y la exposición de forma conjunta y, por otra, expresan el peligro como probabilidad. De esta forma, se obtiene la expresión matemática siguiente:
Riesgo = Probabilidad x Consecuencias
En la expresión anterior el parámetro consecuencias se considera como el producto de la vulnerabilidad intrínseca del elemento vulnerable y la exposición al peligro concreto. De esta forma, el concepto de consecuencias se puede asemejar a “daños esperados”. Además, el parámetro probabilidad recoge la frecuencia con la que un peligro concreto se puede producir, o sea, traduce el peligro como probabilidad. Así pues, la expresión anterior simplifica el riesgo en ideas de probabilidad y daños esperados.