Migración forzadas es, según la International Association for the Study of Forced Migration:

“Un término general que hace referencia a los movimientos de refugiados y personas desplazadas por conflictos, así como las personas desplazadas por desastres naturales, ambientales, químicos o nucleares, hambre o a causa de grandes proyectos infraestructurales”.

El s. XX ha presenciado algunos de los mayores desplazamientos humanos más significativos, la mayoría forzados y producidos a raíz de conflictos armados y modificaciones en los límites fronterizos asociados. Por esta razón, se calcula que se desplazaron unos 45 millones de personas en Europa, unos 8 millones debido a la Primera Guerra Mundial y unos 30 durante la Segunda. En España, la Guerra Civil, causó el exilio de un millón de personas. En 1947, otro acontecimiento demográfico forzado de gran magnitud fue el cruce de población musulmana hacia el recién creado estado de Pakistán desde la India y de hinduistas en dirección contraria. Este desplazamiento movilizó unos 16 millones de humanos y no estuvo exento de violencia.

A lo largo de la historia han habido muchos grupos humanos desplazados forzosamente cuya situación no se recoge en definiciones como la anterior. En este sentido hay que detenerse para destacar uno de los episodios más vergonzosos y crueles de la humanidad como fue el comercio de esclavos desde África. La trata de personas, así como la esclavitud, aunque parezca que se encuentran erradicadas, aún perduran en multitud de formas diversas. Sin embargo, a pesar del interés que parece existir sobre este fenómeno, se sabe muy poco sobre su magnitud. Por la propia naturaleza del problema, no existen cuantificaciones fiables sobre los desplazamientos que genera. Se sabe, sin embargo, que la explotación sexual es, con mucha diferencia, el hecho más común de trata de personas.

  • El comercio de esclavos africanos. Un negocio legal y muy lucrativo.

Entre 1500 y 1850, se trasladaron por la fuerza grandes contingentes humanos de población negra africana para ser comercializada como fuerza de trabajo esclava. Un hecho altamente reprobable desde el punto de vista humano y determinante demográficamente por lo que ha supuesto en la redistribución del mapa de población mundial. Se calcula que fueron unos 12 millones de africanos los que fueron obligados a hacer la ruta hacia América, entre el s. XVI y el s. XIX.

Mapa de las principales rutas del comercio de esclavos

Fuente: Columbia University (2009)

 

Contrariamente a lo que pueda parecer en la actualidad, este comercio fue bien visto por las sociedades colonizadoras en los diferentes períodos. Se trataba de un negocio altamente lucrativo e, incluso, aceptado por la iglesia. A la sombra de este nuevo negocio se crearon grandes compañías que tenían el monopolio de su tráfico. Tampoco se debe despreciar la colaboración con los comerciantes negreros de grupos autóctonos en la captura de miembros de otras tribus o etnias. Una vez apresados se iniciaba una ruta en barco hacia un futuro incierto lleno de malos tratos: hambre, sed, enfermedades, violencia, así como las secuelas psicológicas originadas por el desarraigo, la soledad y la separación de su núcleo familiar y costumbres. Tampoco se debe pasar por alto la gran cantidad de esclavos que ha habido en nuestro país con orígenes diversos: apresurados como botín de guerra o conquista y comercializados desde el continente africano. En aquella época, en Cataluña, se hicieron grandes fortunas originadas en este comercio.

  • Refugiados. ¿De qué hablamos?

La determinación de la condición de refugiado, aunque hay un acuerdo bastante aceptado, tiene diferentes matices en cuanto al derecho internacional. Algunas de las bases para su definición se encuentran contenidas en documentos de referencia como la Convención de 1951 y el Protocolo de 1967 sobre el Estatuto de los Refugiados, el Estatuto de la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados (UNHCR o ACNUR) de 1950, la Convención de 1969 de la Organización de la Unión Africana, o la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados de 1984, entre otros.

De acuerdo con la Convención sobre el estatuto de los refugiados de 1951, se define refugiado de la siguiente manera:

[...] es alguien que no puede o no quiere volver a su país de origen a causa de fundados temores de ser perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opinión política.

De acuerdo con el artículo primero de la Convención de 1969 de la Organización de la Unión Africana, la definición del término “refugiado” hace referencia a:

1. A los efectos de este Convenio, el término "refugiado" se entiende como cualquier persona que, debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores no quiera, acogerse a la protección de tal país, o que, careciendo de nacionalidad y hallándose fuera del país de su residencia habitual como consecuencia de tales acontecimientos no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera regresar a él.
2. El término "refugiado" se aplicará también a toda persona que, debido a las agresiones externas, ocupación, dominación extranjera o acontecimientos que perturben gravemente el orden público en una parte o el conjunto de su país de origen o nacionalidad, está obligada a abandonar su lugar de residencia habitual para buscar refugio en otro lugar fuera de su país de origen o de donde tiene la nacionalidad. [...]

De acuerdo con la Declaración de Cartagena sobre los refugiados de 1984, es significativo observar lo previsto en la conclusión tercera:

Reiterar que, en vista de la experiencia recogida con motivo de la afluencia masiva de refugiados en el área Centroamericana, se hace necesario encarar la extensión del concepto de refugiado, teniendo en cuenta, en lo pertinente, y dentro de las características de la situación existente en la región, el precedente de la Convención de la OUA (artículo 1, párrafo 2) y la doctrina utilizada en los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. De esta manera, la definición o concepto de refugiado recomendable para su utilización en la región es la que, además de contener los elementos de la Convención de 1951 y el Protocolo de 1967, considere también como refugiados a las personas que han huido de sus países porque su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por la violencia generalizada, la agresión extranjera, los conflictos internos, la violación masiva de los derechos humanos u otras circunstancias que hayan perturbado.

Independientemente de su definición y de las implicaciones que ésta tiene en el tratamiento de la cuestión, todo el mundo coincide en que se trata de un problema muy grave, de dimensiones colosales, que hay que abordar de forma global y debe formar parte de las agendas de todos los gobiernos y de las instituciones que están relacionadas.

Distribución de refugiados en el mundo

Fuente: Le Monde Diplomatique, 2007

Para llamar la atención sobre esta cuestión, desde el ACNUR se ha iniciado la campaña Ponte en los zapatos de un refugiado”.

  • Desplazados por conflictos armados

Mucha de la población que vive en zonas con un conflicto armado se ve obligada a marchar, a dejarlo todo y huir desplazándose hacia territorios más o menos lejanos, incluso fuera de su país.

Según el informe de 2010 del ACNUR, a finales de 2009, 43,3 millones de personas estaban en situación de desplazamiento forzado en todo el mundo, la cifra más alta desde mediados de los años 90. De éstas, 15,2 millones eran refugiados; 10,4 millones estaban bajo la responsabilidad del ACNUR y 4,8 millones de refugiados palestinos bajo el mandato de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). Esta cifra incluye igualmente a 983.000 demandantes de asilo y 27,1 millones de desplazados internos.

A finales de 2009, el ACNUR calculaba que la cifra total de personas apátridas en todo el mundo podría alcanzar los 12 millones de personas. Aproximadamente 5,5 millones de personas eran refugiados de larga duración en situación de refugio prolongado, que vivían en 21 países diferentes y en 25 situaciones de asilo prolongadas diferentes. Los países en vías de desarrollo acogieron cuatro quintas partes de la población refugiada del mundo.

Pakistán acogió al mayor número de refugiados del mundo (1,7 millones), seguido de la República de Irán (1,1 millones) y la República Árabe de Siria (1,05 millones, según estimaciones del gobierno). Los refugiados afganos e iraquíes representaron prácticamente la mitad de todos los refugiados bajo la responsabilidad del ACNUR, uno de cada cuatro refugiados en el mundo procedía de Afganistán (2,9 millones). Los afganos estaban en 71 países de asilo diferentes mientras que los iraquíes fueron el segundo grupo, con 1,8 millones, que buscaron refugio principalmente en países vecinos.

Desplazamiento forzado mundial, 2008-2009

 

Fuente: Elaboración propia a partir del ACNUR, 2010

 

Principales países receptores de los refugiados, finales del 2009{fusionchart id="48" Principals països receptors de refugiats. Finals del 2009.}

 

(a) Incluye afganos en situación similar a desamparo, (b) estimaciones de Gobierno, (c) Los 300.000 refugiados vietnamitas están bien integrados y reciben protección del gobierno en China (d) Estimaciones del ACNUR

 

 

Principales países de origen de los refugiados, finales del 2009 {fusionchart id="49" Principals països d'origen dels refugiats. Finals del 2009.}

 

*Incluye a personas en situación similar a refugiado, ** Los 300.000 refugiados están bien integrados y reciben protección del gobierno en China

Fuente: Elaboración propia a partir del ACNUR, 2010

 

Hay personas que se han podido ver forzadas a huir de su casa por las mismas razones que un refugiado, pero sin cruzar ninguna frontera reconocida internacionalmente. En el mundo hay más desplazados internos que refugiados. La protección internacional de estas personas representa dificultades especiales y es necesario el consentimiento del país involucrado. Algunos países con esta problemática son o han sido: Afganistán, Angola, Azerbaiyán, Bosnia-Herzegovina, El Salvador, Georgia, Irak, Liberia, Ruanda, Sierra Leona, Somalia, Sudán, etc.

El caso de los niños es especialmente dramático. Según el ACNUR, en la última década, más de dos millones de niños han muerto en conflictos armados, seis millones han resultado heridos o mutilados y un millón han quedado huérfanos. Más de 300.00 niños han sido obligados a convertirse en soldados o esclavos sexuales. Niños de 87 países viven rodeados por 60 millones de minas terrestres y 10.000 niños al año siguen siendo víctimas de estas armas. Los niños representan aproximadamente la mitad de la población mundial de refugiados y la situación en que viven a menudo conlleva necesidades especiales de protección y asistencia por su vulnerabilidad. Los niños refugiados, desplazados y apátridas están expuestos a todo tipo de violaciones en diferentes regiones del mundo: la trata o el tráfico de menores, violencia física, abuso sexual, ataques militares o armados, utilización en la pornografía, reclutamiento forzoso, detención arbitraria, trabajo forzado, negación de la educación y atención sanitaria, y otras violaciones a sus derechos humanos básicos.

Refugiados, solicitantes de asilo, desplazados internos, refugiados y desplazados internos retornados, apátridas y otras personas de interés del ACNUR, por región de asilo a finales de 2009 {fusionchart id="50" Refugiats, sol•licitants d'asil, desplaçats interns, refugiats i desplaçats interns retornats, apàtr.}{fusionchart id="51" refugiats2}

 

Fuente: Elaboración propia a partir del ACNUR (2010)

  • Desplazados Ambientales

Hoy el número de personas que debe abandonar su hogar por razones asociadas a problemas ambientales es más elevado que el de los que se han desplazado por razones de conflicto bélico. El cambio climático, la pobreza, y el hecho de que cada vez hay más personas habitando el planeta significa que millones de estos habitantes se ven desplazados hacia territorios cada vez más marginales y vulnerables. De acuerdo con el informe de Oxfam International (2007), los riesgos climáticos y sus consecuencias humanitarias asociadas tienen una clara tendencia a incrementarse. El número total de desastres naturales se ha cuadruplicado en las últimas dos décadas, la mayoría de ellos inundaciones, ciclones y tormentas. Durante el mismo período el número de personas afectadas por desastres ha aumentado de cerca de 174 millones a una media de más de 250 millones al año.

Fuente: “Disaster Risk Reduction. Global Review 2007”
International Strategy for Disaster Reduction (UN)

El término “refugiado o desplazado ambiental” es muy reciente. Se refiere a los grupos humanos que se han visto obligados a marchar de sus territorios a causa de problemas derivados del medio ambiente, todos ellos causantes de efectos devastadores como: destrucción de la vivienda, falta de agua, de alimentos, denergía y riesgo de enfermedades que, muy a menudo, reducen las posibilidades de retorno.

Tal como se menciona en el Informe Future floods of Refugees del Norwegian refugee Council (2008):

Una dificultad fundamental en el tratamiento de este tema es que todavía no existe una definición acordada sobre la tipología de refugiado/ migrante ambiental, y menos aún en el caso de la los llamados "refugiados climáticos". Algunos acontecimientos o fenómenos relacionados con el medio ambiente que pueden conducir al desplazamiento de la población y podrían proporcionar la base para una tipología, son los siguientes:

1. Los desastres naturales (desastres repentinos)
2. La degradación paulatina del medio ambiente (desastres en avance progresivo)
3. Los conflictos ambientales
4. La destrucción del medio ambiente como consecuencia de los conflictos bélicos
5. Actuaciones de conservación del medio ambiente
6. Las grandes obras de desarrollo (como la construcción de presas)
7. Accidentes industriales (como los de Bhopal y Chernobyl)

Según el ACNUR, actualmente hay entre 20 y 25 millones de personas en el mundo a las que se les puede denominar “refugiado ambiental”, la mayoría originarias del África Subsahariana u Asia, cifra que se podría duplicar en pocos años.

El calentamiento del planeta es el causante, entre otros impactos, del aumento de las sequías, de la desertificación, de las inundaciones, de las alteraciones en los sistemas de presión atmosférica y de las distorsiones en las dinámicas de los ambientes marinos. Estos impactos son la causa más importante de estas migraciones. Otra razón que cabe destacar son los desplazamientos por motivo de grandes obras infraestructurales. Uno de los ejemplos más claros es la construcción de grandes presas que inundan enormes áreas de territorio habitado. Algunos de estos proyectos han sido y continúan siendo muy polémicos, no solo como causantes de migración forzada de personas o por la eliminación de ecosistemas, sino también por la dudosa rentabilidad del binomio coste-rendimiento cuando se trata de presas hidroeléctricas (por ejemplo las presas de Belo Monte en la Amazonía Brasilera o la de las Tres Gargantas en China). Así mismo, las actuaciones agrarias a gran escala para responder a demandas de determinados productos agrícolas a menudo implican la deforestación de territorios para dedicarlos a la nueva explotación agraria, obligando a los campesinos tradicionales a emigrar. Se produce la paradoja de que algunos de estos proyectos están financiados por instituciones que forman parte del Sistema de Naciones Unidas que, por otro lado, ha de activar ayudas humanitarias para hacer frente a las emergencias asociadas.

El ámbito marino tampoco está exento de estos problemas, la sobreexplotación pesquera de algunas regiones (por ejemplo en Senegal) o la amenaza de la desaparición total por el aumento del nivel del mar (por ejemplo las islas Tuvalu o Vanuatu en el Pacífico) ha causado y se espera que cause el desplazamiento de muchas personas.

Vemos entonces que los impactos asociados a problemas medioambientales son muy diversos y que su génesis proviene tanto de la propia naturaleza como de la mano del hombre que, sin duda, está desplazando en magnitud, cantidad y peligrosidad a los impactos de origen natural. Así mismo, los efectos del cambio climático son globales, por tanto, aunque las más perjudicadas son las comunidades más desfavorecidas del planeta, todos los territorios son susceptibles de verse afectados por problemas ambientales graves, con el consecuente desplazamiento forzado de la población.